Juguemos a que esta noche sea infinita.
Juguemos a que nos duela el adiós, a que nos mate la locura.
Juguemos a que seamos únicos para esta luna certera.
Sólo juguemos, que el juego termina y todo acaba.
Sólo juguemos, que no habrá lágrimas ni despedidas.
Sólo juguemos, que no habrá ni más lunas ni más noches infinitas.
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